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Alice Kellen: “Estoy en un punto de escribir únicamente lo que me apetece”

Foto del escritor: Redacció La FamRedacció La Fam

Paula Iborra | Valencia

Alice Kellen en un reportaje fotográfico. Jonathan Jaraba


Alice Kellen” es actualmente uno de los nombres más sonados en la industria literaria de habla hispana y europea. Tras este pseudónimo, y una trayectoria profesional idílica con más de veinte libros en el mercado y millones de ventas, encontramos a una joven valenciana de treinta y cuatro años que prefiere no revelar su verdadero nombre con tal de separar su vida privada de la profesional.


La escritora, que inició su carrera artística hace una década, recuerda la etapa de su vida en la que todavía trabajaba para sacar adelante su primera novela: “Cometer errores es parte del proceso, hay que entender que escribir una novela y no publicarla no es negativo, es un entrenamiento, porqué quizás así la próxima que escribas, sea mejor”. La impaciencia, según ella, es uno de los desaciertos más comunes en la escritura.


Y es que, desde el lanzamiento de su primera novela Llévame a cualquier lugar en 2013, la literatura para Alice Kellen ha pasado de ser un entretenimiento a una dedicación profesional. Sin embargo, sus condiciones han cambiado mucho, pues ha pasado de autopublicar sus primeras obras, a fichar por Editorial Planeta, uno de los grupos líderes en su sector a nivel mundial, y contar con un editor en cada país. “La persona en la que más me apoyo a la hora de crear es Pablo Álvarez, mi agente dentro de la editorial”, afirma.


Alice Kellen asegura sentirse muy “privilegiada” y “afortunada” por su trabajo, y en concreto por poder vivirlo en una época en la que “ser mujer ya no resulta tan complicado dentro de esta industria”. “Soy consciente de que hay mujeres que lo tienen muy difícil para conciliar el trabajo y la familia”, comenta “Yo tengo la suerte de tener mucha flexibilidad laboral”. Además, la escritora viaja hasta su juventud para traer a la actualidad un recuerdo amargo para la industria literaria: “ Cuando yo era joven tenía muy pocas referentes mujeres que se dedicaran a la escritura. Quizás la máxima que tuve fue J.K.Rowling, y tuvo que esconderse bajo sus iniciales para ocultar su género”.


“Hoy en día, la mentalidad es distinta, tanto dentro de los grupos editoriales, como por parte de los lectores a la hora de seleccionar qué libro leer”, señala la valenciana, “Te sigues encontrando con hombres que te tratan con cierto paternalismo, pero como en cualquier lado”.


Por otro lado, el proceso creativo de la joven también se ha visto sometido a cambios en esta última década profesional, pues actualmente para ella “el trabajo de una novela es más pensar e interiorizar que escribir”. A modo de anécdota, Alice Kellen admite realizar este trabajo “mental” en cualquier situación cotidiana: “Mientras doy un paseo, friego los platos o hago cualquier cosa”. Al tratarse de un proceso tan reflexivo, la joven admite que cuando está en una época de trabajo “vive a medias” entre sus personajes y la vida real.


Sorprende la idea tan dispar que una autora tiene de sus propios libros, a diferencia de la que pueden adoptar sus lectores. Y es que, para Alice Kellen, escribir un libro va íntimamente ligado al contexto vital que la rodea durante ese proceso, y en función de cómo sea este, ella tiene una concepto mejor o peor del producto final. Es por esto, y por el grado de dificultad que le supone escribir cada libro, que la autora expresa: “Entre los libros que he escrito y publicado, da la casualidad de que mis favoritos son los que más opiniones negativas tienen.”, y explica: “Son los que más me han sacado de la zona de confort.”


Respecto a esto último, Alice Kellen argumenta: “Como autora, no solo valoras el producto final, sino también el proceso y el reto que te ha supuesto”. Acompaña este razonamiento con la metáfora del iceberg: “Cuando una persona lee un libro, únicamente ve la punta del iceberg, en cambio el autor ve todo el grueso que hay debajo de él.” Para ella, Tú y yo, invencibles ha sido su obra más costosa de crear hasta el momento, puesto que se trata de “una relación distinta” a la que la joven habitúa a escribir. Añade también La teoría de los archipiélagos a su lista de novelas más difíciles de producir. En el caso de esta última, la escritora afirma que fue una obra que escribió “para sí misma”.

Una amplia selección de libros de Alice Kellen. Editorial Planeta.


Actualmente, Alice Kellen se encuentra en un momento profesional más “arriesgado” y decidido, pues según cuenta, se ve “incapaz” de hacer algo que no le llene: “Estoy en un punto de escribir únicamente lo que me apetece”. La valenciana tiene las ideas claras sobre la presión y las expectativas por parte de sus lectores: “El trabajo artístico siempre tiene que tener un punto egoísta, si no lo disfrutas tú no sirve de nada”, añade, “Cumplir las expectativas de tus lectores es algo que no te puedes quitar de encima, simplemente tienes que aprender a llevarlo”. Es por esto, que la escritora asegura no darle demasiada importancia a las críticas, “ni a las muy positivas ni a las negativas”, pues para ella “son solo opiniones personales”, y expone que las críticas que peor lleva son las propias: “Es muy difícil lidiar con las inseguridades y la autoexigencia, todo te parece insuficiente”.


Para Alice Kellen, la lectura es “un camino muy personal”, por lo que se muestra en completo desacuerdo ante el estigma social hacia la literatura juvenil. “Juzgar a los jóvenes por leer libros juveniles es como obligar a un niño pequeño a que lea a Charles Dickens, hay momentos para todo y libros para cada momento”, señala la autora, y añade: “Yo cuando era más joven leía clásicos pero también leía libros juveniles, porque al final es normal querer leer sobre lo que te importa y te refleja en cada momento”.


La literatura, para la joven, es un mundo lleno de emociones, posibilidades, trabajo y reflexión. Pues además de dedicarse a la escritura profesionalmente, destina su tiempo libre a la lectura, y defiende que no hay ninguna necesidad de que esta sea considerada como algo “sufrido o denso”. Alice Kellen, y la mujer que disfruta del arte tras su pseudónimo, tienen claro que tanto en lo profesional como en el ocio, la literatura es un “placer”, y cada persona ha de poder disfrutar de ella a su manera.

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