La apasionada de la literatura y el arte que desafía los obstáculos para brindar una plataforma a la nueva generación de autores universitarios
Rubén Amador. Grau de Castelló. 29/10/23
Desde las tradicionales calles de Tavernes Blanques, un rincón humilde de la ciudad de Valencia, surge la historia de Aída Sánchez Gadeo (2001), una joven apasionada por la literatura y las artes. Su historia nos lleva por un camino de pasión, determinación y el deseo de abrir puertas a nuevas voces en el mundo de la cultura. Nacida en Valencia y criada en el mismo pueblo desde su nacimiento, Aída disfrutó de una infancia feliz y rodeada de amigos. Su amor por la lectura se encendió temprano, gracias a su madre, también una amante de los libros. «Mi madre me leía cuentos de hadas, de brujas… Todo muy mágico. Ella me leía libros y, en medio de ese ambiente, yo empecé a leer libros y cada vez fue yendo a más, hasta el punto en el que estamos ahora mismo», recuerda emocionada. Esta influencia materna llevó por un camino de exploración literaria que finalmente la condujo a crear su propia revista universitaria llamada Oblivious.
Desde muy pequeña sabía que quería dedicarse al mundo de las letras. Aunque su primera opción era estudiar filología inglesa, la charla con una profesora de prácticas le hizo tomar una inesperada decisión: «Nos acercamos una amiga y yo a preguntarle sobre la carrera, ya que queríamos hacer esta carrera. Ella nos dijo: “No es lo que pensáis, tened cuidado. Pensadlo muy bien antes de meteros”», cuenta entre risas. Y así fue, la amante de la literatura miró las asignaturas y no le llamaron la atención.
Entonces, su madre le comentó que la Universitat de Valencia ofertaba una nueva carrera: el Grado en Lenguas Modernas y sus Literaturas, con un enfoque en filología alemana. Lo tenía claro, lo tenía que hacer. Y así ocurrió, tras cuatro años duros concluyó esa carrera de «amor y odio», tal y como ella define, tras manifestar su descontento con la parte de lengua pero su entusiasmo con la literatura.
Su pasión por la lectura, desde cuentos de hadas y brujas, en su infancia, hasta literatura de fantasía más madura en la actualidad, ha sido una constante en su vida. Autores como Rick Riordan, autor de Percy Jackson, o V. E. Schwab han dejado una huella profunda en su apreciación por la fantasía literaria. De la segunda, la joven recuerda, con añoranza, cómo le recuerdan sus obras a su etapa de niña: «Es la misma fantasía que yo leía pero tiene unos universos más elaborados, con magia muy guay que se nota que hay mucho trabajo detrás de ella, que muestran el nivel de trabajo de la autora».
Pero Aída no se limita solo a las letras; su amor por el arte y la cultura se extiende más allá. En sus ratos libres visita exposiciones, asiste al teatro, disfruta de la música o, incluso, de la arquitectura. En este sentido, ha mostrado su devoción a todos los artistas actuales: «Los artistas son inspiración para otros artistas».

Oblivious, la puerta a las palabras de los jóvenes
La conversación da un giro de rumbo hacia la creación de la revista Oblivious. Aida y su equipo dedicaron horas interminables para elegir el nombre perfecto para su proyecto: «Nos reunimos a las tres del mediodía y nos fuimos a las nueve de la noche. Todas esas horas estuvimos para elegir el nombre de la revista». Finalmente, se decantaron por Oblivious debido a su significado profundo.
Pero bien, ¿qué significa? La creación de la revista surge de la necesidad de proporcionar un espacio para autores universitarios que carecían de una plataforma para publicar sus escritos. «No había ningún proyecto en la universidad que dejará a autores nóveles o amateurs publicar sus propios textos. Entonces, dijimos, vamos a hacerlo nosotros», comenta. Un nombre que se inspira en la sensación de ser "olvidados" por la universidad y las ganas de representar una voz para aquellos que buscan un lugar donde sus palabras no se pierdan en el olvido.
La revista es un proyecto colaborativo que involucra a estudiantes universitarios como escritores y colaboradores, sin una plantilla fija. Sánchez y su equipo han superado grandes desafíos, desde aprender a maquetar una revista hasta enfrentar imprevistos constantes. El reto no fue fácil pero desde su creación, estaba en la mente de los creadores el deseo de publicar una versión física: «Era un quiero pero no puedo. Imprimir resulta muy caro. Además, éramos muy pocos para todos los gastos que eso suponía», complementa.
Todo cambió cuando gracias a una ayuda de una beca de la Universidad de Valencia, lograron imprimir ejemplares físicos: «Tenemos fondos limitados, Entonces no sabemos hasta cuánto tiempo va a poder ser posible hacer esta versión en físico pero mientras podamos durará», declara ilusionada. Los ejemplares del equipo y colaboradores son gratuitos, mientras que el resto se vende a través de una tienda online.
La revista está en constante evolución, con cambios en su estética y enfoque temático en cada edición. El futuro de Oblivious depende en gran medida de las condiciones personales de los miembros del equipo, pero su deseo de profesionalizar el proyecto sigue siendo fuerte.
Emprendimiento, arte y cultura
Aída, durante la conversación, ha animado a los estudiantes y aspirantes a emprendedores a superar el miedo y perseguir sus ideas. En este sentido, destaca la importancia de aprender de los errores y aprovechar la ayuda de aquellos que han pasado por experiencias similares.
Además de su compromiso con la literatura, subraya la importancia de la cultura y el arte en la vida de las personas. Invita a todos a explorar museos, exposiciones, teatro y cualquier forma de expresión artística, alentando a abrir la mente y encontrar inspiración en el mundo que nos rodea.
Aída no cree que el mundo del arte esté agotado: «Hay muchas ideas y muchos conceptos que se repiten continuamente, como el amor o la mitología, y que siempre van a ser como objeto de inspiración. Pero creo que siempre van a haber maneras en las que la gente va a encontrar formas de innovar con esas ideas». Con una sonrisa, hace reflexión a toda su trayectoria y muestra cómo su historia es un recordatorio de que, a pesar de los desafíos, la pasión y la determinación pueden abrir puertas a nuevas perspectivas en el mundo de la cultura y el arte.

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