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Isidro Ventiscas, de Cuenca a Valencia

Foto del escritor: Redacció La FamRedacció La Fam

Isidro Martínez plantando la falla Hernández Lázaro-Valle de la Ballestera 2022. Foto: Isidro Ventiscas

Guillermo Jiménez | Valencia


Isidro Martínez Aparicio es un artista fallero de 23 años que es original de Motilla del Palancar, Cuenca, aunque reside en un municipio de Valencia.

En 2016 comienza su andadura en el mundo de las fallas, en el taller del artista que ha conseguido, en este último año, el primer premio de la sección Especial de las Fallas de Valencia, David Sanchez Llongo

Seguiría adquiriendo conocimientos en el taller de Manuel Martínez Reig, donde Isidro Ventiscas afirma que aprendió todo lo necesario para llevar un taller y las técnicas de trabajo que utiliza para elaborar sus fallas. 

Finalmente, tras nutrirse en estos talleres de grandes profesionales de la creación de fallas, en 2019 firma su primer contrato con una comisión, la falla Plaza Puerta del Sol-La Cañada, aunque no se plantaría hasta el año 2021 por la pandemia del COVID-19. Esta falla conseguiría un grandísimo tercer premio.


Falla Plaza Puerta del Sol-La Cañada 2021. Foto: Cendra Digital

Además, ese mismo año plantaría en tres fallas más, una de ellas para la comisión Hernández Lazaro-Valle de la Ballestera, con la que consiguió el primer premio de la sección 8ªC.


Volviendo a Valencia, para el artista motillano, la falla más especial que ha plantado es la de la comisión Hernández Lazaro-Valle de la Ballestera en 2022. Isidro cuenta que el proyecto original es del artista Julio Fabra, uno de sus referentes desde que era pequeño, y el mensaje de esta impactó mucho a nuestro protagonista. 

Por lo tanto, Isidro reversionó, con su característico estilo, la falla plantada en la Plaza Luis Cano en 2015, con permiso del artista. A pesar de que este proyecto no obtuvo ningún premio, para Isidro fue una gran satisfacción.


“Fue un sueño hecho realidad”


Falla Hernández Lázaro-Valle de la Ballestera 2022. Foto: Isidro Ventiscas

Isidro también consiguió llevar las Fallas de Valencia fuera de la Comunitat Valenciana, más concretamente a Barchín del Hoyo, un pequeño pueblo de Cuenca. En 2012, junta su pasión de las Fallas con la tradición de los “Judas” del municipio manchego, en el que los vecinos elaboran muñecos de trapo y en Semana Santa son manteados y quemados en la plaza del pueblo. Esto lo mantuvo hasta 2018, gracias a la asociación que se encarga de los festejos iberos de Barchín del Hoyo, que le permitiría continuar con la tradición tras el rechazo de la comisión de fiestas. Incluso consiguió fundar una falla junto a su marido Christian y su amiga Noemí, aunque la comisión se encuentra inactiva en la actualidad.


El ser un artista tan jóven también le ha conllevado afrontar situaciones como faltas de respeto, abuso o tomaduras de pelo por parte de clientes u operarios de su equipo. Aunque también le ha permitido llegar a comisiones donde apuestan por gente joven.

A pesar de estos problemas y la dificultad de conseguir dinero en este sector, Isidro está muy feliz de poder dedicarse a la profesión que ama, pues su principal objetivo es poder vivir de su pasión sin la necesidad ni el ansia de plantar en una categoría como la Especial.


 
 
 

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