El cófrade alcorino asegura «sentir pasión» por tocar el tambor

Pablo Rodríguez. Instagram.
Pau Sánchez. Castellón. 12/12/2023
Son muchos los españoles que esperan con ansia la llegada de la Semana Santa. Es una fecha señalada, emotiva y para algunos, como Pablo Rodríguez, «la mejor semana del año». Rodríguez es un joven de 21 años que en su pueblo, L’Alcora, toca el tambor en la cofradía del Santísimo Cristo del Calvario.
«Yo me apunté a los tambores porque de pequeño me gustaba ir a ver La Rompida de la Hora que se hace aquí en L’Alcora y las procesiones de Semana Santa», cuenta Rodríguez. Él empezó a tocar el tambor en 2019, justo el año antes de que la pandemia ocasionada por el COVID-19 paralizara el mundo. Como es lógico, su cofradía suspendió su actividad y dejó de ensayar, hasta que en el 2022 todo volvió a la normalidad.
Rodríguez forma parte de la cofradía del Santísimo Cristo del Calvario, una hermandad en la que, cuando él entró, solo podían participar los hombres. «Al principio solo podían apuntarse chicos, pero el año pasado hicimos una votación para que también pudieran entrar chicas. Como por ley era imposible que pudiera salir que no, ahora en la cofradía pueden entrar tanto hombres como mujeres», narra el cófrade alcorino. Actualmente, en L’Alcora existen cuatro cofradías, aunque tan solo tres tienen grupo de tambor: la ya comentada y de la que forma parte Rodríguez, la cofradía de Jesús Nazareno, apta tanto para hombres como para mujeres, y la cofradía de la Virgen de los Dolores, en la que únicamente pueden ingresar mujeres.
Las procesiones de Semana Santa, el resultado de medio año de ensayos
El tiempo de preparación que los cófrades dedican a cada procesión es uno de los motivos que hacen de la Semana Santa una fecha tan especial. «Para las procesiones empezamos a ensayar en octubre, por lo que tantos meses de preparación hacen que esa semana sea tan emotiva y especial», explica Rodríguez. Están medio año ensayando con el único objetivo de que todo salga bien.
Los jueves y los sábados son los días que la cofradía del Santísimo Cristo del Calvario destina a ensayar. Lo hacen dos horas cada día y Rodríguez afronta cada uno de ellos con ganas e ilusión: «Yo voy con ganas porque pienso que vale mucho la pena y, porque el día que son las procesiones, quiero que salga todo bien, tanto a nivel grupal como individual».
Durante el proceso también hay días duros, en los que no salen las cosas y surgen los nervios. Para Rodríguez, los momentos más complicados se dan cuando se acerca la Semana Santa: «Sí que hay momentos más complicados, sobre todo cuando se acerca la Semana Santa, donde si los ensayos no salen como deberían se vuelve todo más complicado. Pero el día a día yo no diría que es complicado. Tenemos muy buen grupo, muy buena piña y nos lo pasamos bien». Es la pasión que siente por el tambor lo que hace superar al joven cófrade estos momentos de dificultad: «Para estar ahí creo que tienes que tener ese hobby, esa pasión por el tambor. Si no la tienes, no te va a apetecer ir a ensayar».
Sin embargo, los nervios de verdad llegan instantes antes de cada procesión. Actos como ponerse el traje o esperar prevenido al inicio de la procesión ponen a Rodríguez los nervios a flor de piel: «Los nervios de verdad aparecen cuando te estas vistiendo, cuando te pones el traje o estas preparado para empezar. Una vez empiezas y estas concentrado todo empieza a fluir y estas más suelto. Al final, los nervios previos son normales ya que son muchos meses de preparación para esos días».
El Viernes Santo, el día más especial
El Viernes Santo es en L’Alcora el día más especial. Todo empieza por la mañana, a las 12:00, con La Rompida de la Hora. Esta procesión, declarada por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, cuenta con la participación de cofradías de toda la provincia de Castellón. La Rompida de la hora representa a L’Alcora como pueblo y es, sin duda, la procesión más bonita de la Semana Santa allí: «Yo creo que es la procesión, si se le puede llamar así, más bonita. Vienen cofradías de toda la provincia a tocar aquí a L’Alcora, además de ser un evento que se fundó aquí. Es un rato muy bonito, aunque también caótico, al haber tanta gente tocando por las calles y no llevar todos el mismo tiempo. La Rompida de la Hora es muy bonita y nos representa mucho aquí en L’Alcora», relata Rodríguez.

L'Alcora, instantes antes de que dé comienzo La Rompida de la Hora. Javier Nomdedeu
Tras la Rompida, llega por la noche la Procesión del Santo Entierro. Para Rodríguez, esta es la procesión más emotiva de la semana, además de ser la que más ensayan y la que más gente va a ver: «Para mí, la procesión más emotiva es la del Viernes Santo por la noche. Es también la que más ensayamos. Ese día bajamos del calvario y tocamos tres veces una canción con los instrumentos de metal de la banda de música de L’Alcora. Es una canción que hemos añadido en los últimos años, que no es para nada fácil y que cuesta mucho preparar. Es la más emotiva por la canción que tocamos con los metales y porque es la que más gente va a ver».
El compromiso, valor fundamental de un cófrade
Rodríguez siente pasión por el tambor y disfruta tocando en cada procesión. El joven cófrade alcorino ensaya cada semana para preparase lo mejor posible y llegar a Semana Santa con confianza. Su compromiso con la cofradía es total: «Para mí, el valor fundamental es el compromiso por la cofradía. Estamos ahí porque queremos, no nos obliga nadie. El compromiso significa estar centrados durante los ensayos e ir a los máximos posibles. Luego puedes fallar, porque eso siempre es algo que puede pasar. Pero el compromiso nunca puede faltar».
Tanto es así, que Rodríguez quiere seguir enrolado en el Santísimo Cristo del Calvario «durante muchos años». Para él, tocar el tambor «no es más que un hobbie», pero trabaja día a día con la ilusión de «seguir aportando, tocando y disfrutando».
Commenti