La exposición celebrada este sábado 18 de noviembre en Castellón ha reunido más de 40 vehículos clásicos y mucha nostalgia
Noé Sancho Sanahuja | Castelló
El rugir suave de los motores clásicos resuena en las calles de Castellón, marcando el inicio de un desfile que captura la atención de residentes y curiosos por igual, y es que la exposición de coches antiguos decide dar un paseo por las calles antes de ser presentado al público, rompiendo la tradición estática de las exhibiciones. Una vez expuestos, con el sol de la tarde acariciando la plaza mayor de Castellón, donde se lleva a cabo la esperada exposición de coches antiguos, se observa el aire vibrar con la emoción de los entusiastas del motor que se reúnen para contemplan las joyas del pasado que han resistido el paso del tiempo. Al adentrarse en la plaza, el aroma de la nostalgia mezclado con el característico olor a cuero y gasolina embriaga los sentidos.
El rugido suave de un motor clásico da la bienvenida a los visitantes, y es que nada más adentrarse a la plaza abruma la gran cantidad de coches que se encuentran en un mismo espacio, la concejalía de Comercio y Consumo en colaboración con Antic Motor Castellón ha reunido más de 40 coches, motos e incluso camiones. Todos colocados en sus respectivos puestos con sus carteles que indican el modelo y el año.
La muestra abarca modelos representativos de cada década del siglo XX, desde vehículos elegantes y nostálgicos de los años 20 hasta los icónicos coches deportivos de la década de 1980. De esta manera los visitantes tienen la oportunidad de apreciar la evolución de la industria automotriz a lo largo de diferentes épocas.

La plaza se encuentra llena, personas de todo tipo, pero destacan los más adultos, quienes se encuentran más emocionados por la exposición. Es imposible pasear sin escuchar frases como “mi padre tuvo ese coche”, “que tiempos”, “me acuerdo cuando salió esta moto”, “quien pudiera volver a ser joven” entre otras, un aspecto que, sin duda, le otorga más valor a la exposición, llenándola de sentimiento. Pero no todo son adultos, también se encuentran jóvenes entre la multitud, le preguntamos a Lucia Merino, una joven de 22 años, cuál era el motivo por el que asistía a la exposición: “Fue muy interesante ver la evolución de como habían pasado ciertas marcas de los años 60 a la actualidad, además, mi abuelo me iba contando historias de su juventud a medida que veía los coches antiguos, fue una forma de que mis abuelos conecten con esos recuerdos”
Las miradas se dirigen a un espacio donde un grupo de personas rodea un Ford T de 1911. Un coche que inspira una sensación única de conexión con el pasado, un vehículo que simboliza la transición de una sociedad que dependía principalmente de los caballos y carros a una en la que los automóviles comenzaban a democratizar la movilidad.
Los coches no solo son piezas de metal y caucho, sino también testigos silenciosos de una época que ha dejado su huella en la cultura popular. Un Cadillac Eldorado Biarritz de 1959, con sus enormes aletas y pintura brillante transmite el lujo de los años dorados de la posguerra. También se encuentra un Seat 600, conocido como el “Seiscientos”, el vehículo que democratizó la movilidad en la España de los años 60, el Citroën 2CV, el Renault 4, el cual se hizo popular por su diseño práctico y económico o el SEAT 1500, un emblema de elegancia y lujo en la década de 1960 en nuestro país, la Vespa 150, la cual se hizo muy popular en España en la postguerra gracias a su diseño práctico que lo convirtió en un vehículo icónico de la movilidad urbana, o la furgoneta Volkswagen, conocida popularmente como la “Volkswagen Hippie”, producida en la década de 1960 y convertida en un símbolo de una época de cambio, libertad y expresión creativa que continúa inspirando a día de hoy.
Pero la exposición no solo está enfocada para los entusiastas del motor, sino que también cautiva a los amantes del cine. La sorpresa se encuentra al descubrir los automóviles clásicos que fueron utilizados en la historia del cine. Por ejemplo, encontramos un Fiat 124 Spider de 1978, que aparece en la película “For Your Eyes Only”, la duodécima entrega de James Bond, donde el propio espía conduce uno color amarillo, un Ford Escort RS1600 presente en “Fast and Furius 6”, o incluso un Cadillac Series 62, un coche que ha aparecido en varias películas a lo largo de los años, como “Los Cazafantasmas”, “El Padrino” y “Casino”, contribuyendo a su estatus como un automóvil de lujo icónico asociado con la elegancia y el glamur.
Estos coches antiguos, más allá de sus funciones automovilísticas, se han convertido en testigos silenciosos de la historia de España, reflejando cambios económicos, sociales y culturales a lo largo de las décadas. La exposición, más que un simple escaparate, se convierte en una crónica que no solo exhibe vehículos, sino que también relata historias, conecta generaciones y preserva la herencia automotriz. Un rincón atemporal, donde el pasado se encuentra con el presente, y los coches antiguos no son reliquias mecánicas, sino también el hilo conductor de una narrativa que trasciende en el tiempo y cautiva corazones.
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