La localidad castellonense conserva la memoria de esta etapa de oro en la que la vendimia, la Guerra Civil y el rodaje de películas de cine han definido su propia historia
Sheila d’Ivernois. Benicàssim. 18/11/23
El encanto histórico de la costa mediterránea de Benicàssim se plasma en el relato de la Belle Époque. Desde la iniciativa de Joaquín Coloma en 1872, al construir una villa que marcó un auge arquitectónico, hasta la transformación de la vida cotidiana de los residentes, se revela cómo estas residencias sofisticadas atrajeron a la clase más alta.
Participantes de la Belle Époque en las villas de Benicàssim. Berta Alcalà.
La celebración anual de la vendimia fusionó riqueza, elegancia y tradición, mientras que la Guerra Civil transformó las villas en refugios para los heridos. Aún así, el atractivo de esta época ha cautivado incluso a la industria del cine, convirtiendo a la localidad en un encantador escenario para el rodaje de varias películas. En la actualidad, este municipio conserva la memoria de esa etapa dorada, cuyas huellas aún resuenan en su arquitectura, en sus relatos y en el ambiente característico del Mediterráneo.
Arquitectura clásica del interior de Villa Elisa en Benicàssim. Berta Alcalà.
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